Este es un viaje al pasado de Canarias, al modo de aprovechar uno de los recursos más efímeros y escasos que tuvieron nuestros antepasados más recientes en el archipiélago: la nieve.
Estos neveros son estructuras modificadas por el ser humano fueron declaradas en 2009 como Bien de Interés Cultural como memoria de que nuestros tatarabuelos miraban al territorio de otra forma, no solo para disfrutarlo, sino para aprovechar cada recurso y cada bien que la naturaleza le brindaba, porque era mucho más consciente de lo que dependía de su relación con el medio.
Un ejemplo que, sin duda, no nos vendría mal aplicar en la actualidad, cuando le damos un uso totalmente distinto a la nieve. Es, en definitiva, una muestra de las diferencias entre unas generaciones y otras.