ABRIL 2023, LLEGA «EL NIÑO» EN EL OCÉANO PACÍFICO: EFECTOS EN EL CLIMA DE CANARIAS.

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¿QUÉ ES “EL NIÑO”? ¿CÓMO VA A EVOLUCIONAR EN LOS PRÓXIMOS MESES? ¿CÓMO SUELE AFECTAR ESTA OSCILACIÓN CLIMATICA EN EL CLIMA DE CANARIAS?

 

A fecha de abril de 2023, nos encontramos en un cambio de fase en la oscilación o llamada “El Niño-Oscilación del sur”, conocido como “ENSO” por sus siglas en inglés. Este es uno de los patrones climáticos más importantes del sistema atmosférico superficial del planeta, ya que tiene un impacto significativo en el clima global y, por supuesto, en Canarias.

A continuación, resolveré las preguntas que planteo en el título de este texto, primero explicando de qué trata este patrón a nivel global, qué es lo que dice la literatura científica y qué arrojan las investigaciones respecto a los efectos y cambios que se han comprobado que ocasiona esta oscilación climática, tanto desde el punto de vista de la temperatura, los episodios de advecciones saharianas, los cambios en las precipitaciones y episodios de tiempo adverso en Canarias.

También hablaré del otro patrón climático importante para Canarias: la Oscilación del Atlántico Norte (NAO) y cómo influye en el tiempo a lo largo del año. Por el camino veremos cómo se presenta también la temperatura superficial del océano Atlántico actualmente y qué previsiones hay para la temporada de huracanes 2023 en la cuenca atlántica. Todo ello redactado con un lenguaje ameno, entendible y abierto a prácticamente todo tipo de público, sin perder rigor y acompañado de datos (hechos), gráficas y referencias bibliográficas que aporten credibilidad y un carácter científico-divulgativo al texto. Comencemos.

 

¿QUÉ ES “EL NIÑO-OSCILACIÓN DEL SUR”?

Imagen del fenómeno "El niño"

Mapa de las temperaturas anómalas de la superficie oceánica durante la máxima expansión del evento de El Niño 1982-83 en enero de 1983.
Fuente del mapa: https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=73862950

«El Niño-Oscilación del sur» (en adelante «ENSO») es una oscilación en la temperatura de las aguas superficiales y profundas de la zona tropical del océano Pacífico central y oriental. La oscilación consta de dos fases.

Durante la fase positiva de la ENSO, también conocida como “El Niño”, las aguas cálidas del Pacífico central y oriental se desplazan hacia el oeste y se acumulan frente a la costa de América del Sur, alterando la circulación atmosférica. Durante la fase negativa, conocida como “La Niña”, se produce un enfriamiento anómalo de la superficie del mar en el Pacífico central y oriental.

Como podrás deducir, cada fase tiene unos efectos determinados en la atmósfera que está en contacto con las temperaturas de esas aguas en el vasto océano Pacífico, el más grande de los océanos de nuestro planeta.

Precisamente, la fase de “La Niña” es la que lleva funcionando durante los últimos tres años. En la primavera de 2023, la oscilación está pasando a fase neutra y, según las predicciones, en los próximos meses va a cambiar a la fase positiva de “El Niño”. Una transición que pueden apreciar en el siguiente gráfico:

En el gráfico se representa la anomalía prevista en los próximos meses, sea negativa o positiva, que tendrán las aguas superficiales del pacífico. Entre las líneas rojas y azules horizontales quedaría la franja que se considera como fase neutra. Por encima de la línea roja horizontal sería fase positiva o El Niño.
Fuente del gráfico: https://charts.ecmwf.int/products/seasonal_system5_nino_plumes?base_time=202304010000&nino_area=NINO3-4

Como se puede intuir en dicha proyección, es probable que esta fase positiva o de “El Niño”, sea más intensa de lo habitual y se acerque a los 2ºC de anomalía en los meses de septiembre y octubre. A esto se le conoce como “El Niño” intenso o robusto. No es ninguna broma, y perdonen que el término parezca una metáfora inapropiada, pero es así. Les dejo otra gráfica que refleja una predicción determinista comparando la probabilidad de predominancia de cada fase en lo que resta de año 2023.

Una vez que ya sabemos qué es la ENSO, cuales son sus fases, y cuál se prevé que predominará el resto del año 2023, pasamos a consultar qué efectos tiene la fase positiva «El Niño» en el clima global, y en el clima de Canarias.

PRINCIPALES EFECTOS CONOCIDOS DE «EL NIÑO» A NIVEL PLANETARIO

Los efectos más importantes que ha tenido la fase positiva de la ENSO en el clima global son, entre otros, la disminución de la actividad ciclónica en el Atlántico y la intensificación de los ciclones en el Pacífico oriental, la disminución de las lluvias en el sudeste asiático y Australia, y el aumento de las lluvias en América del Sur. Además, la fase positiva de la ENSO también ha tenido efectos sobre la pesca y la agricultura en diferentes partes del mundo.

Según la literatura científica, la variabilidad de la ENSO tiene importantes implicaciones en el clima global.

Un estudio de Cai et al. (2015) sugiere que la ENSO tiene un papel importante en la regulación del clima de la Tierra, especialmente en la modulación del calentamiento global a largo plazo.

Otro estudio de Ashok et al. (2007) destaca la importancia de la ENSO en la predicción del clima global y regional, especialmente en el contexto del cambio climático.

Como ejemplo, citaré uno de los eventos más notables fue el episodio de «El Niño» de 1997-1998, que tuvo un fuerte impacto en todo el mundo. Durante esta fase positiva de la ENSO, se produjeron intensas lluvias e inundaciones en América del Sur, mientras que el sudeste asiático experimentó una sequía extrema. Los efectos también se sintieron en la región del Pacífico, donde se registraron intensas tormentas tropicales.

Este evento tuvo repercusiones a largo plazo en el clima global y en el calentamiento global, en particular. Se ha demostrado que el episodio de El Niño de 1997-1998 contribuyó a un aumento en la temperatura global de alrededor de 0,2 grados Celsius, y aceleró la tasa de calentamiento global durante los siguientes años según el informe IPCC del 2001: https://www.ipcc.ch/site/assets/uploads/2018/03/TAR-02.pdf

PRINCIPALES EFECTOS CONOCIDOS DE «EL NIÑO» EN LA REGIÓN DEL ATLÁNTICO

Como recién mencioné, durante las fases positivas del fenómeno El Niño-Oscilación del Sur (ENSO), se ha observado una disminución en la actividad ciclónica en el océano Atlántico. La razón principal de esta disminución se debe a los cambios en la cizalladura del viento, que ocurren como resultado del calentamiento de la superficie del mar en el Pacífico tropical.

La cizalladura del viento se refiere a la variación de la velocidad y dirección del viento en función de la altitud. En condiciones normales, la cizalladura vertical del viento en el Océano Atlántico tropical es relativamente débil, lo que permite la formación y desarrollo de ciclones tropicales. Sin embargo, durante las fases positivas de la ENSO, la cizalladura vertical del viento aumenta en el océano Atlántico tropical debido a la alteración de los patrones climáticos. Con estas condiciones, la parte superior del sistema tropical se separa o se desacopla de la parte inferior con mayor facilidad, limitando su crecimiento y organización. Esto reduce la probabilidad de formación de ciclones tropicales en el océano Atlántico durante las fases positivas de ENSO.

Además, la circulación atmosférica alterada por el ENSO también puede cambiar los patrones de temperatura y humedad en la región del Atlántico tropical, lo que a su vez puede afectar la formación de ciclones tropicales.

Según los estudios realizados por Kossin et al. (2010) y Camargo et al. (2007), se ha demostrado que con fase positiva del ENSO disminuye la actividad de ciclones tropicales en el Atlántico.

Esta reducción de la actividad ciclónica en la cuenca del Atlántico con «El Niño», concuerda con las predicciones para la temporada de huracanes 2023, elaboradas por el Centro Nacional de Huracanes con sede en Estados Unidos, y que puedes consultar en el siguiente gráfico y en el enlace 👇 https://tropical.colostate.edu/Forecast/2023-04.pdf

A la izquierda de la tabla, los diferentes parámetros (tormentas nombradas, días con tormentas nombradas, huracanes, días con huracanes, etc.), la columna del medio con la predicción para este 2023 y la columna derecha con el promedio habitual en el periodo 1991-2020 de referencia.

 

PRINCIPALES EFECTOS CONOCIDOS DE «EL NIÑO» EN CANARIAS

Durante la fase intensa de «El Niño», diversos autores demuestran que:

En Canarias la temperatura del aire aumenta y las precipitaciones totales disminuyen, en ambos casos respecto a los promedios habituales. Además, se produce una disminución en la intensidad de los vientos alisios y un aumento en la frecuencia de los episodios de advección sahariana, lo que puede afectar especialmente a las temperaturas superficiales del océano en la región, y a la calidad del aire y la visibilidad respectivamente.

Un ejemplo de esto se produjo durante el episodio de El Niño de 1997-1998 (García-Herrera et al., 2001 y García-Herrera et al., 2010).

En cambio, durante un «El Niño» débil, el efecto sobre Canarias es menos pronunciado y las condiciones climáticas no se ven tan afectadas (López-Darias et al., 2017).

Como he destacado en la anterior cita, la frecuencia y duración de las advecciones saharianas en Canarias también se ve afectada por la fase positiva del ENSO, en particular durante el invierno y la primavera. Durante estos meses, los vientos alisios, que normalmente soplan desde el noreste hacia el suroeste, se debilitan normalmente durante estos meses, permitiendo que el polvo del Sahara se adentre en las islas con mayor facilidad. Esto se debe a que la zona de altas presiones en el Atlántico Norte se desplaza de su zona habitual sobre Azores, lo que provoca un aumento de la frecuencia de los días en los que predominan los vientos del este, desde el continente africano hacia el océano.

Quizá, esto explique o pueda haber influido en las altas temperaturas registradas en el transcurso de buena parte del mes de marzo de 2023, prestando especial atención al histórico episodio de calor ocurrido el 30 marzo de 2023. Según la AEMET, el día más cálido de marzo y el mes de marzo más cálido de la historia en Canarias, respectivamente.

Este incremento en la frecuencia de los episodios de advección sahariana se ha observado sobre todo en los meses de invierno. A su vez esto ayuda a que existan menos días de lluvias en esa estación del año, aunque esto no implique necesariamente en un descenso en el total de las precipitaciones (Dorta et al., 2005; Menéndez et al., 2009).

Es decir, tendríamos la misma lluvia pero «caería» en menos días, hablando de forma simple.

La disminución de las precipitaciones se produce sobre todo en los meses de invierno (Méndez et al., 2016).

Además del ENSO, otras teleconexiones y oscilaciones también tienen un impacto en el clima de Canarias. Por ejemplo, la Oscilación del Atlántico Norte (NAO) es una de las teleconexiones más importantes para el clima de las islas.

Esta oscilación se define por la diferencia de presión atmosférica entre Islandia y las Azores y su variabilidad se relaciona con cambios en la circulación atmosférica en el Atlántico Norte. Cuando la NAO es positiva, hay una mayor presión sobre las Azores y una menor presión sobre Islandia, lo que resulta en una mayor frecuencia de vientos del oeste y, por lo tanto, un clima más húmedo en el norte de Europa y condiciones más secas en el sur de Europa, incluyendo Canarias.

Según el estudio de Rodríguez-Puebla et al. (2018), la NAO influye en las precipitaciones de las islas, especialmente en invierno, y en la temperatura del aire en invierno y verano. En particular, la fase negativa de la NAO se asocia con condiciones más frías y húmedas en las islas.

No en vano, si atendemos al histórico de oscilaciones de la NAO, en la gráfica que tienen justo encima de este párrafo, vemos que el último periodo claro en el que esta oscilación estuvo en fase negativa corresponde con finales de 2009 y comienzos de 2010, periodo en el que coincide con la llegada de dos importantes perturbaciones atmosféricas, las cuales supusieron tormentas severas y episodios de precipitaciones muy intensas en Canarias. Por aquel entonces, la Asociación Canaria de Meteorología, puso nombre y analizó en su web ambas perturbaciones: https://www.acanmet.org/portal/media/Fichas/2009_2010/Poster_Guimar.pdfhttps://www.acanmet.org/portal/media/Fichas/2009_2010/Garachico.pdf

A mitad del mes de abril de 2023, la NAO se muestra en fase negativa, y la predicción es que se mantenga en esa fase hasta comienzos de mayo: https://www.cpc.ncep.noaa.gov/products/precip/CWlink/pna/nao.shtml

 

ACTUAL ESTADO DE LAS TEMPERATURAS SUPERFICIALES DEL OCÉANO EN LA REGIÓN DE CANARIAS

El niño

Estas son las anomalías existentes en las temperaturas superficiales del océano de los últimos 14 días (27 marzo-10 abril), respecto a la climatología habitual de un periodo de referencia de 30 años (1991-2020).

En cualquier caso, a pesar de las citadas correlaciones de los efectos que «El Niño» tiene en las precipitaciones en Canarias, cabría destacar, que las investigaciones más recientes reflejan que la mayor dependencia de cambios en las precipitaciones se da con las temperaturas oceánicas en el Atlántico Norte tropical (Rodríguez-Fonseca et al., 2006; Sánchez-Benítez, 2016), mucho más que con las propias teleconexiones puramente atmosféricas citadas, de manera que las temperaturas oceánicas anormalmente altas incrementan los tipos de tiempo inestable (borrascas, DANAS, frentes fríos) responsables de la precipitación en Canarias (Sánchez-Benítez, 2016).

 

CONCLUSIONES

En resumen, en lo que queda de año 2023 vamos encaminados hacia una fase de «El Niño», la cual es una de las oscilaciones climáticas más importantes a nivel global. A la altura de los meses de septiembre y octubre, esta fase podría adquirir una alta intensidad, cercano a los 2ºC de anomalía de temperatura en las aguas tropicales del océano Pacífico.

  • En particular, la fase positiva del ENSO, que se espera que ocurra en los próximos meses, puede tener un impacto significativo en las anomalías de temperatura del aire y en la precipitación en las islas. Los estudios científicos revisados, que respaldan estas conclusiones, indican que se esperan condiciones más cálidas y secas, así como un aumento de la frecuencia y duración de los eventos de advección sahariana, especialmente para los meses de invierno.

No obstante, es importante tener en cuenta que el clima es un sistema complejo y que otros factores pueden influir en el clima de las islas, como otros patrones climáticos tropicales, como la Oscilación cuasi-bienal https://repositorio.aemet.es/bitstream/20.500.11765/10006/1/TyC_2016_54%2810%29.pdf

Además, es importante destacar que no todos los episodios de «El Niño» son iguales, y algunos pueden tener impactos más significativos en las Islas Canarias que otros. Por ejemplo, el episodio de El Niño de 1982-1983, considerado uno de los más intensos de la historia, tuvo un impacto significativo en las Islas Canarias, con una reducción de las precipitaciones y un aumento de las temperaturas (García-Herrera et al., 1999).

A día de hoy, 15 de abril, y según los pronósticos del Centro Nacional de Huracanes, se espera una temporada de huracanes 2023 (comienza el 1 de Junio) ligeramente menos intensa de lo habitual, precisamente por el relativo calentamiento que presenta la superficie del océano en gran parte del Atlántico. Esto puede sonar contradictorio, pero es que este factor, junto a la presencia de la fase «El Niño», incrementa los niveles de cizalladura del aire en el atlántico, cosa que no les gusta nada a los huracanes, ya que entorpecen mucho su desarrollo.

Evidentemente, no habría que bajar la guardia puesto que si persiste el calentamiento oceánico en el entorno de Canarias para los meses de otoño e invierno, cabría esperar que las precipitaciones totales se reduzcan, pero las que se produzcan podrían tener un carácter más intenso y adverso, sobre todo si se combinan con una fase negativa o ligeramente negativa en la North Atlantic Oscillation (NAO) durante esos meses de otoño-invierno.

 

NOTA DEL AUTOR:

Agradecería una lectura comprensiva y calmada que un texto de carácter científico requiere. Las afirmaciones vertidas en él, se hacen con un importante respaldo de estudios científicos de multitud de profesionales experimentados y expertos en el tema. Para escribir el texto he hecho un trabajo de recopilación de información que requiere tiempo, lectura, análisis y organización para sintetizar la información del tema para que tú, como lector, no tengas que buscar los trabajos originales de los autores, ni tengas que emplear necesariamente tiempo en leerlos y analizarlos y comparar los hallazgos de los diferentes trabajos, que a veces son contradictorios.

Sobre todo teniendo en cuenta que hoy en internet y en las redes sociales, se ataca y se desprestigian automáticamente este tipo de trabajos por personas con escaso conocimiento en la materia, por personas que tienen creencias contrarias a las que muestra el texto o simplemente juzgan mediante su opinión sin leer el contenido de este trabajo.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:

  • Ashok, K., Guan, Z., & Yamagata, T. (2007). Impact of the Indian Ocean Dipole on the Relationship between the Indian Monsoon Rainfall and ENSO. Geophysical Research Letters, 34(1).
  • Cai, W., Santoso, A., Wang, G., Yeh, S., An, S.-I., Cobb, K. M., Collins, M., Guilyardi, E., Jin, F.-F., Kug, J.-S., Lengaigne, M., McPhaden, M. J., Takahashi, K., Timmermann, A., Vecchi, G. A., Watanabe, M., & Wu, L. (2015). ENSO and greenhouse warming. Nature Climate Change, 5(9), 849-859.
  • Camargo, S. J., Sobel, A. H., Barnston, A. G., & Klotzbach, P. J. (2007). The influence of the South Atlantic Convergence Zone on the activity of Southwestern Atlantic tropical cyclones. Monthly Weather Review, 135(2), 418-436. https://doi.org/10.1175/MWR3309.1
  • Dorta, P., Gelado, M.D., Hernández, J.J.,Cardona, P., Collado, C., Mendoza, S., Rodríguez, M.J., Siruela, V. y Torres, M.E. (2005). «Frecuencia, estacionalidad y tendencias de las advecciones de aire sahariano en Canarias (1976-2003)». Investigaciones Geográficas, 38, 23-45.
  • García-Herrera, R., Gimeno, L., Ribera, P., Hernández, E., & García, R. (1999). The strong El Niño of 1982/83 and its climatic and environmental impacts in the Canary Islands. International Journal of Climatology, 19(6), 661-680. doi: 10.1002/(SICI)1097-0088(199905)19:6<661::AID-JOC387>3.0.CO;2-R

  • García-Herrera, R., Paredes, D., Trigo, R. M., Trigo, I. F., Hernández, E., & Barriopedro, D. (2001). The impact of El Niño and La Niña on the summer climate of the Canary Islands. Climate Research, 18(3), 203-212.
  • García-Herrera, R., Hernández, E., Barriopedro, D., Paredes, D., & Trigo, R. (2010). Atmospheric effects of the strongest El Niño episodes over the Canary Islands. International Journal of Climatology, 30(13), 2000-2010.
  • Kossin, J. P., Camargo, S. J., & Sitkowski, M. (2010). Climate modulation of North Atlantic hurricane tracks. Journal of Climate, 23(12), 3057-3076. https://doi.org/10.1175/2010JCLI3497.1
  • López-Darias, M., Gimeno, L., Gallego, D., García-Comendador, J., Hernández-Martín, E., de la Cámara, A., & García-Rodríguez, I. (2017). El Niño and its impact on the Canary Islands. Atmospheric Research, 183, 49-60.
  • Méndez, F. J., Losada, T., Rodríguez, A., & Camacho, A. T. (2016). The El Niño–Southern Oscillation and its impact on rainfall variability in the Canary Islands. International Journal of Climatology, 36(3), 1459-1477.
  • Menéndez, I., Derbyshire, E., Engelbrecht, J.P., von Suchodoletz, H., Zöller, L., Dorta, P., Carrillo, T., Rodríguez de Castro, F. (2009). «Saharan dust and the aerosols on the Canary islands: Past and present.» En: Cheng, Ming; Liu, Wen (Eds.): Airborne particulates. New York: Nova Science Publishers, 39-80.
  • Rodríguez-Fonseca, B., Polo, I., Serrano, E. & Castro, M. (2006). «Evaluation of the North Atlantic SST forcing on the european and northern african winter climate». International Journal of Climatology, 26(2), 179-191.
  • Rodríguez-Puebla, C., Hernández-Guerra, A., Vélez-Belchí, P., Fraile-Jiménez, J. A., López-López, L., Martín-Rey, M., … & Pérez-Hernández, M. D. (2018). El Niño-Southern Oscillation and sea level variability in the eastern North Atlantic from an ensemble of ocean reanalyses. Climate Dynamics, 50(9-10), 3741-3755. doi: 10.1007/s00382-018-4155-5
  • Sánchez-Benítez, A., García-Herrera, R. & Vicente-Serrano, S. (2016). «Revisiting precipitation variability, trends and drivers in the Canary Islands». International Journal of Climatology.
  • Trenberth, K. E., & Hoar, T. J. (1997). El Niño and climate change. Geophysical Research Letters, 24(23), 3057-3060. https://doi.org/10.1029/97GL03092

 

OTROS ENLACES DE INTERÉS:

https://www.eltiempo.es/noticias/asi-llega-la-temporada-de-huracanes-2023-en-el-atlantico

https://www.tiempo.com/noticias/actualidad/el-nino-temporada-de-huracanes-2023-prediccion.html

https://cazatormentas.com/estado-del-enso-marzo-2023-se-acaba-la-nina/

5 Comentarios
  1. Rita dice

    He leido el articulo y me parece muy interesante, asi entiendo mejor las variaciones del clima y como nos afectan. Gracias por informarnos tu labor es de gran ayuda sigue asi adelante

    1. José Juan Fernández Hernández dice

      Muchísimas gracias por valorarlo y me alegra que hayas dedicado tiempo a su lectura. Creo que es esencial tener un nivel de consciencia adecuado respecto a este tipo de problemas que influyen en nuestro dia a dia a pesar de que no son tan visibles o evidentes. Gracias de nuevo.

  2. David dice

    Canarias parece que se adentra en una intensa sequía pero…

    Qué implicaciones tiene para Europa del Norte?

    Tendrán mejor o peor tiempo? Nos beneficiará para el turismo o tendrán mejor clima y perderemos clientela?

    1. José Juan Fernández Hernández dice

      En el verano, una fase positiva de la ENSO suele aumentar las temperaturas en el sur de Europa y en el Mediterráneo, mientras que en el norte de Europa puede haber un enfriamiento en algunas regiones. En otoño e invierno, una fase positiva de la ENSO puede aumentar la frecuencia de tormentas y precipitaciones en el norte de Europa, mientras que en el sur de Europa y el Mediterráneo suele haber una disminución de las precipitaciones.

      Como podrás deducir, los efectos de estas oscilaciones podrán tener consecuencias simultáneas en muchas áreas del mundo, no solo en Canarias, sino también en mercados turísticos que compiten contra Canarias.

      Teniendo en cuenta esto y por lo comentado en el artículo, es evidente que Canarias deberá enfrentar futuros problemas con la gestión del agua y otros recursos naturales, problemas que en los últimos años ya se están manifestando con problemas en el abastecimiento y servicio de agua potable en islas como Fuerteventura, La Palma o La Gomera sobre todo. En estos futuros problemas se encontrará también la gestión de las masas forestales y los incendios, así como los vertidos y la contaminación derivada de la masificación que sufren especialmente Tenerife y Gran Canaria y su deficiente gestión.

      Así es como procedo a dejar mi opinión personal sobre lo que me preguntas. Entiendo que hayan muchas personas preocupadas por cómo se desarrolle en los próximos años el sector turístico en las islas y, teniendo en cuenta todo lo comentado creo que la prioridad no debería de ser en perder cantidad de turistas, sino en mejorar la calidad del turista y atender prioritariamente la repercusión en general que tienen estos es las islas y en concreto con el problema del reto demográfico en el que el peso de los visitantes tiene un efecto especial en la gestión de este equilibrio esencial entre población y su uso del territorio.

      Espero que nuestros gobernantes no sigan apostando por el modelo económico y turístico depredador del territorio obsoleto que se lleva desarrollando desde mitad de siglo pasado en el archipiélago, porque esencialmente si seguimos ignorando los dañinos efectos que tiene este modelo llegará un momento en el que debamos afrontar el problema y tendremos aún menos margen de tiempo para solucionar los problemas que tendremos con la vivienda, el turismo, la mala gestión de los residuos, afectación a nuestra biodiversidad, problemas estructurales en nuestro sistema socio-económico, etc.

  3. Jaime E Cabezas Santana dice

    Estimado José Juan:

    Sobre la gestión depredadora del suelo en Canarias que se ha venido realizando por los distintos grupos políticos que se han sucedido en la ocupación del Gobierno de Canarias, como bien afirma, y la consecuente masificación que en algunos puntos nos sitúa junto a ciudades superpobladas del Lejano Oriente, Las Palmas de Gran Canaria con una población flotante superior a los 5.000 habitantes por km2, Tokio con 6.403 hab/km2 y Hong Kong 6.669 hab/km2, nos pone en una situación muy comprometida a la hora de la puesta en práctica de los Planes de Gestión del Riesgo de Inundación, como así se denominan en la actualidad normativa canaria y estatal.

    Sólo hay que leer el Boletín Oficial de Canarias, «BOC Nº 258. Miércoles 16 de diciembre de 2020 – 4933, I. DISPOSICIONES GENERALES – Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial, 4933 DECRETO 126/2020, de 10 de diciembre, por el que se aprueba definitivamente el Plan Especial de Gestión del Riesgo de Inundación de la Demarcación Hidrográfica de Gran Canaria», que nos extraña que habiéndose aprobado hace dos años y cinco meses, sea ahora, el pasado día 16 mar. 2023 cuando en la página oficial del Cabildo de Gran Canaria, a través de su Gabinete de Prensa, se anuncie que «El Plan Hidrológico y el Plan de gestión de riesgos de inundación de la Isla reciben el visto bueno del Consejo de Gobierno Insular», «[…] con el informe a favor emitido por la Comisión de Protección Civil y Atención de Emergencias de Canarias» comuniquen a continuación que «[el] Consejo de Gobierno decidió elevar ambos acuerdos al Pleno del Cabildo, que es el órgano competente para proceder a la aprobación provisional de ambos planes de forma provisional y para su traslado a la Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial del Gobierno de Canarias, con el fin de solicitar su aprobación definitiva.», que contradice el Decreto 4933, 126/2020 de 10 de Diciembre en el que supuestamente se aprobaba definitivamente el Plan.

    A esta notoria falta de coordinación de las distintas corporaciones hay que unir una grave incoherencia en el núcleo del texto legal, a saber, que las conclusiones a las que llegan los técnicos refiriéndose a una «imposibilidad de rescate por bloqueo generalizado de las carreteras» en la Isla de Gran Canaria, extensible a todas y cada una de las islas del Archipiélago, las conclusiones políticas caminan por otro lado, asegurando que aquí no pasará nada, excepto, si acaso, en el año 2.050 ó 2.100 con solamente un 1% o 2% de la población afectada.

    Ya el Tribunal Superior De Justicia de la Unión Europea dictó sentencia condenatoria contra España por carecer de los Planes de Gestión de Riesgo de Inundación de las demarcaciones hidrológicasde las siete Islas Canarias, publicado en La Provincia Diario Las Palmas el 02·04·20 | 11:19, bajo el título «La Justicia europea condena a España por no actualizar los planes de riesgo de inundación de Canarias» y el subtítulo «Ni se cumplieron los plazos de publicación, ni la fecha límite de actualización», además de haber incumplido con la obligación de someterlos a consulta pública, a pesar de que afirmaron lo contrario, cometiendo cuanto menos, fraude de ley.

    Esta situación de descoordinación y de improvisación nos pone en grave riesgo a todos los habitantes de Canarias. Si la tormenta tropical Hermine hubiera soltado en tierra los 854 litros por metro cuadrado que arrojó en el mar a pocos kilómetros de las Islas, hubiese sido un desastre descomunal, nunca antes visto, pues estamos acostumbrados a golpes de lluvias torrenciales de 150 litros por metro cuadrado, lo cual quintuplicaría los daños y las pérdidas humanas. Se concluye, triste y alarmantemente, que no estamos preparados para recibir esos «ríos atmosféricos» como así han acordado en llamar los expertos en Meteorología, esas gigantescas lluvias. Que Dios nos ampare.

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