Los temporales del Día de San Andrés

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LOS TEMPORALES DEL DÍA DE SAN ANDRÉS

 

 

Se ha convertido en un clásico de la meteorología canaria, la expresión “temporales de San Andrés”, coincidiendo con la finalización del mes de noviembre. Aunque no trataremos el episodio aquí, recordemos que la tormenta tropical Delta nos golpeó los días 28 y 29 de noviembre del 2005, a un día de la fecha en la que se celebra el día de San Andrés (30 de noviembre).

Varios temporales ocurridos por estas fechas, perduran en la memoria de nuestros mayores y aún la gente del campo los denominan con el nombre anteriormente citado, “temporales de San Andrés”, aludiendo al santo, del cual el día 30, es su onomástica.

Vamos a tratar tres de los principales episodios de “San Andrés” que, sin duda, han pasado a la historia de nuestra meteorología. Desde la recordada perturbación de noviembre del 2010 hasta la del lejano año 1922.

 

27 DE NOVIEMBRE AL 30 DE NOVIEMBRE DE 2010

TORMENTA “ANDRESITO”.

Unos de los episodios más recordados de los últimos 10 años, por la espectacularidad de los fenómenos atmosféricos acontecidos.

El sábado 27 de noviembre, la Aemet decreta el aviso amarillo por lluvias y tormentas. La borrasca atlántica con componentes del suroeste, se encaminaba hacia las islas. Las perturbaciones extratropicales o atlánticas deben su existencia a la ondulación del frente polar y se generan en la zona longitudinal próxima al círculo polar ártico. Descienden a nuestras latitudes y se alimentan del calor de los mares más templados. En estas bajas que alcanzan Canarias, entra el factor orográfico de un modo primordial. El efecto de la ascendencia por los relieves insulares provoca lluvias muy intensas, así como el elemento de inyección subtropical húmeda que ella misma genera. Estas borrascas son responsables de la mayor parte de los temporales de viento y precipitación que, históricamente, han asolado las Islas.

El día 28 se activa el primer aviso rojo desde la tormenta Delta, en este caso por fuertes rachas de viento. Las clases se suspenden el lunes 30.

Algunos datos de viento recogidos en las islas fueron los siguientes:

El día 29 de noviembre, el viento arrecia con virulencia con rachas huracanadas en todas las islas.

– Racha de 219,6 km/h en Picacho, Arico (Tenerife).

-Racha de 202 km/h en la Cruz de Tejeda.
-Observatorio Atmosférico Izaña registra una racha máxima de 191,1 Km/h.
-San Juan de la Rambla (mirador Mazapé): 146 Km/h.
-Aeropuerto de Mazo (La Palma): 122 Km/h.
-Arico (Depuradora): 116,6 Km/h.
-Aeropuerto de El Hierro: 109 Km/h.
-Parador de Las Cañadas: 104 Km/h.
-Aeropuerto Los Rodeos: 98,3 Km/h.

Foto:Iván Delli (La Palma)

 

Las redes sociales y foros cumplían con su papel. La estupefacción por lo que se estaba observando en las imágenes de satélites se manifestaba en estos medios.

El mismo día, los trenes convectivos se hacen presentes con espectaculares tormentas.

Las tormentas seguían el camino prefijado, como si fueran por la vía de un tren. Es lo que se llama tren convectivo de mesoescala, una sucesión de tormentas organizadas, que en la madrugada de del día 30, causó 28.620 rayos en la zona de Canarias. El total de rayos registrados durante el episodio fue de 32.722.

Infografía Rubén Nuez

En la madrugada del día 30, la actividad inestable barrió las islas de suroeste a noreste, cuando la borrasca activa se iba desplazando hacia el Golfo de Cádiz y norte de África

Igualmente, el suministro eléctrico sufrió los embates de la borrasca, que dejó Tenerife sin luz durante horas. El gobierno decreta la situación de pre-emergencia. Vean en la imagen de densidad de rayos como el área de las islas supera en ese momento cualquier zona del globo.

La caída de árboles, farolas, postes y cascotes, provocaron un aluvión de llamadas a los servicios de emergencias. Curiosas fueron las incidencias en el sur de Gran Canaria -donde un rayo fulminó el portero electrónico del inmueble-,  en Firgas, localidad en la que un cable de alta tensión se vino al suelo- y en la avenida de Mesa y López de la capital grancanaria, cayó un árbol pasadas las 20.30 horas.

 

Precipitaciones días 29 y 30

 

 

DEL 29 DE NOVIEMBRE AL 01 DE DICIEMBRE DE 1946.

TEMPORAL DE SAN ANDRÉS. FURIOSA ONDA DEL ESTE Y TRAGEDIA EN GRAN CANARIA.

Onda del este en las Islas entre los días 29 de noviembre y 1 de diciembre de 1946. Se produjeron intensas precipitaciones, causando inundaciones y desbordamiento de barrancos. Pero lo más grave de aquella depresión subtropical, fue la furia que desató sobre Gran Canaria, es especial en los municipios de Tejeda y Agaete. El luctuoso temporal tuvo sus inicios a lo largo del día 29 y se intensificó por la noche y la madrugada del día 30, con una lluvia persistente y torrencial. Por la mañana, el temporal había amainado en la costa, pero un inmensurable “diluvio” se desplomaba en tromba sobre las medianías y cumbres grancanarias por espacio de unas horas. El municipio de Tejeda se llevó la peor parte, con la pérdida de cuatro vidas humanas. A las tres de la tarde aún no había cedido la intensidad de las lluvias. En el lugar de Casa de La Huerta, donde la descarga torrencial provocó una debacle que afectó a la mitad de los componentes de una familia, falleciendo seis de sus miembros. Dos de ellos fueron recogidos en La Aldea de San Nicolás. La tromba en la cumbre generó que la cabecera de los grandes barrancos recogiera tanta agua, que prácticamente todos los barrancos de la isla corrieran hasta el mar.

Precipitaciones expresadas en mm y en 24 horas día 30

No nos cansamos de decir que los más severos y trágicos episodios que nos afectan de manera muy distanciada temporalmente, son las ondas del este. En este caso, aquella onda del este, producto de una oscilación en la línea interecuatorial, onduló de forma notable el anticiclón en superficie, “presionándolo” en curvatura hacia el norte, con un gran desalojo tropical como hemos observados en la recreación de modelos de diversas fuentes. Las ondas tropicales que erráticamente se desplazan al norte, no son más que vaguadas, muy inestables, de origen tropical.

 

 

 

28, 29 y 30 DE NOVIEMBRE de 1922

 

En 1922, el temporal fue ocasionado por una onda del este. Una especie de ondulación depresionaria de la corriente intertropical, en forma de vaguada inversa.

La perturbación en capas medias de origen tropical, asciende de latitud hasta Madeira, afectando de lleno a las islas. Según las crónicas de prensa de entonces la industria quedó paralizada. El Progreso de Tenerife explica “Rara es la casa donde las lluvias no haya causado desperfectos y rara es también la finca donde los plantíos no han sufrido graves daños.”

El día 28, empezó a llover minutos después de las 12:30 horas hasta minutos después de las 14:30 y lo hizo en forma de una tromba de agua, convirtiendo las ramblas de Santa Cruz de Tenerife en un aluvión de piedras y lodo, imposibilitando el paseo peatonal debido a la fuerza de la barranquera. A las 14:30 del día siguiente se reiniciaron con más violencia las lluvias en Santa Cruz de Tenerife. En la vega lagunera también las lluvias ocasionaron multitud de incidentes. El día 30, la ciudad quedó inundada. Aquel día se midió en el en La Villa 270 mm, una auténtica “bomba” para un lugar poblado. De la siguiente manera lo detallaba el diario de la estación meteorológica de La Laguna del entonces Servicio Meteorológico Español:

“Desde las 6 horas en adelante estuvo lloviendo durante todo el día, tomando carácter torrencial desde las 1 h. hasta las 18 h. En esta hora la lectura del pluviómetro, correspondiente al período 7-18 horas, fue de 91 mm. Durante la noche continuó lloviendo, pero cuando se alcanzó la mayor intensidad fue desde las 22 h. a las 2 h. del día 1. La lectura de las 7 h. (período 18-7 h.) fue de 178 mm., con lo que el total en 24 horas ha sido de 269 mm. Hubo calina muy intensa, truenos y relámpagos, desbordándose los barrancos e inundando los campos, la plaza de San Francisco (donde en toda su extensión las aguas alcanzaron un metro de altura), las calles del Agua, Fagundo, Juan de Vera, San Diego, Camino Largo y carretera de Tejina.” (Dato de Pedro Sanabria)

 El meteorólogo Luis Santana Pérez, nos detalla en relación a aquel importante episodio, lo siguiente: “Hubo una fuerte actividad convectiva y lluvias muy intensas con desbordamiento de los barrancos. Las precipitaciones cayeron en un intervalo de pocas horas y tuvieron lugar en la parte posterior de la vaguada. Las direcciones del viento durante las precipitaciones fueron del sureste.”

 

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