El día 27 de Julio de 2007, los pinzones azules de la reserva de Inagua, en el suroeste de Gran Canaria, dejaron de trinar. Un agente forestal que se dirigía a su puesto de Montaña Sandara, alertó sobre un conato en las paredes del barranco del Juncal, en el municipio de Tejeda. Paralelamente se originan conatos en La Gomera. Tres días después, una negligencia agrícola desata el desastre en norte de Tenerife. Supimos que los incendios fueron intencionados y, el de Gran Canaria, vilmente provocado por un “despecho profesional”. También sabemos, como hemos visto en los grandes incendios forestales en Canarias, que estas catástrofes medioambientales coinciden con olas de calor y episodios cálidos. La lucha contra el fuego dejó caseríos desalojados cuando las llamas alcanzaron núcleos poblacionales (Mogán y Tunte), y todo ello acompañado por unos vientos que soplaron con rachas de hasta 50-70 km/h y una mínima humedad relativa. 15 días de batalla contra el mayor desastre medioambiental que se recuerda en las islas. Y ahí están los datos: 18.468 hectáreas en Gran Canaria y 15.640 has en Tenerife. Si lo totalizamos (34.100 hectáreas) uno de los mayores desastres piro-forestales ocurridos en territorio nacional.
El día 26 de julio, el anticiclón se posiciona sobre la península ibérica. Las isobaras que recorrían el Sáhara nos alcanzan tras caldearse en el desierto. Una baja térmica se sitúa al sur del desierto. El Cabildo de Tenerife anuncia que ha prohibido hacer fuego en las áreas recreativas de la zona forestal de la isla, debido a la alerta meteorológica en la que se encuentra el archipiélago, por la previsión de que las temperaturas alcancen los 34ºC. El pueblo de Chipude, en el municipio de Vallehermoso (La Gomera), fue desalojado por precaución ante la proximidad de las llamas de un incendio que se inició en sus proximidades. El incendio, que tiene unos 1.500 metros de frente, comenzó hacia las 14 horas del 26 de julio, en la zona de Los Manantiales, en el área alta de Chipude, próxima al preparque del Parque Nacional de Garajonay.
A finales de mes, el anticiclón se sitúa al noroeste de la península ibérica. Nos quedamos sin alisios. Al sur del Sáhara, una baja térmica muy potente intercambia sus flujos con las altas presiones. Con este sinóptico, las islas quedan envueltas en la masa cálida sahariana. La advección es en todos los niveles. La presencia de calima está asegurada.
El día 28, Tenerife y Gran Canaria se encuentran en situación de aviso naranja por fenómeno climatológico adverso. Los registros, con temperaturas notables en medianías y en zonas altas, que orillaban y hasta superaban los 40ºC en las cumbres de la Isla, van acompañadas por vientos con una velocidad superior a los 30 km/h y un nivel de humedad inferior al 30%. Advierten sobre la posibilidad de alto riesgo de incendios forestales, máxime a la vista de los fuegos aún humeantes en La Gomera y en Gran Canaria. En Tenerife, el viento reinante del componente este derrumba varias torres de vigilancia antiincendios.
Foto Reuter, Tejeda
Los días 29 y 30 fueron soporíferos. En Agaete (Gran Canaria) el día 30 se mide la temperatura más elevada desde que se tiene registros en Gran Canaria: unos asombrosos 46,5ºC. En Santa Cruz de La Palma se genera la efeméride de temperatura máxima histórica con 38,4ºC.
El día 29, las máximas fueron los 43,2ºC de Maspalomas y 42,9ºC del Aeropuerto Reina Sofía, en el sur de Tenerife. Ese mismo día, se calcula que 2.200 personas han sido evacuadas de los municipios turísticos de Mogán y San Bartolomé de Tirajana, en el suroeste de Gran Canaria, debido al fuego declarado en la isla activándose, en la madrugada del 29 de julio, ocho focos. El mayor núcleo de población evacuado se concentró en Mogán, donde se desalojaron a más de 1.000 vecinos.
El incendio de Tenerife se declara por mañana, en la zona de Los Campeches, en Los Realejos y avanza en dirección oeste, encontrándose su frente, a las 14:30 horas, en la zona de la Hoya del Burrero y del Barranco de la Arena, en La Guancha.
El día 31 de julio, los equipos sanitarios activados ante los incendios declarados en Canarias, han asistido a 26 personas entre las islas de Gran Canaria y Tenerife por problemas de salud, leves en general. La Fundación Canaria para la Reforestación Foresta, estimó que el fuego había destruido más de un tercio de la superficie forestal de Gran Canaria en los últimos 5 días, poniendo en riesgo la supervivencia de una treintena de especies de fauna y flora endémicas. El fuego afectó al parque zoológico y botánico Palmitos Park, en el municipio de San Bartolomé de Tirajana, al sur de Gran Canaria, quemando el 65% de su superficie y afectado al 60% de las especies animales y vegetales que había en su interior.
El día 1 de agosto, el presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, visita la zona afectada. Sanidad informa del fallecimiento de 5 personas por golpes de calor y más de 30 hospitalizaciones en los últimos días.
Las condiciones ambientales extremas, provocadas por la advección sahariana, eran una constante: máximas de 42ºC a 45 ºC y mínimas de 30ºC a 33 ºC, con humedad relativa mínima de 4% a 6 % y máxima nocturna de entre 7% a 9 %. Esta situación, se mantuvo desde los días previos al inicio del fuego, hasta días posteriores al control del mismo. Tras la retirada de la masa cálida, el día 2 de agosto, se produce un giro de 90º al norte en la dirección del viento (entrada del alisio y brisas) y un incremento de su velocidad hasta 50 km/h, llegando a 70-90 km/h, en alineación, con el régimen de marinadas nocturnas y vientos de ladera descendentes por la noche.
El resto de los 15 días de agosto, continuará el vía crucis de los canarios para luchar contra el fuego, pero ese ya será otro episodio que pronto analizaremos en este espacio web.