El temporal del este, con vientos intensos, calima, en enero de 1999 y otros episodios severos del día de Reyes.

Hacemos un breve repaso a destacados episodios inestables que llegaron con los Reyes Magos.

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Temporal del este. La furia del día de Reyes y jornadas posteriores de 1999
  • 1. Temporal del este. La furia del día de Reyes y jornadas posteriores de 1999
  • 2. 6 de enero de 1958
  • 3. 4 al 9 de enero de 1964
  • 4. 6 de enero de 1979
  • 5. 6 de enero del 2002. Calima extrema de Reyes. La tormenta roja.
  • 6. Un clásico histórico
Temporal del este. La furia del día de Reyes y jornadas posteriores de 1999

1. Temporal del este. La furia del día de Reyes y jornadas posteriores de 1999

 

En realidad, fueron dos episodios correlativos y de naturaleza distinta. Tratamos aquí la primera parte de este, que corresponde a una efeméride que se ha convertido en un hito en la historia reciente de la meteorología en Canarias.

En los primeros días del año 1999, comienza a gestarse una baja presión muy pronunciada, con elementos tropicales al sur de las islas. El punto álgido del episodio inestable fueron los dos días siguiente al día de Reyes. Sinópticamente, la baja se presentaba, en los mapas de presión, con unas isobaras muy juntas, existiendo un pronunciado gradiente barométrico, con vientos de componente este y sureste sobre Canarias, es decir, soplando desde el continente y generando uno de los temporales de viento del este más severos que han ocurrido en las islas. En capas altas, contábamos con la presencia de una bolsa de aire muy fría.

Las consecuencias de la furia del viento fueron muy importantes en las infraestructuras. Los chaparrones tuvieron carácter concentrado, tanto en tiempo como en espacio, de forma que en algunos lugares la precipitación era intensa y descargaba gran cantidad en poco tiempo, mientras en otras zonas no se registraban precipitaciones. El preludio fue la densa calima, que aparecía por el horizonte como una gran bola roja, y que volvería a ocurrir en el episodio de Reyes de enero del 2002. La visibilidad se redujo a 300 metros.

Solo en Santa Cruz de Tenerife, quedó destruido el paseo de San Andrés, gran parte del muelle sur, el muelle de la Facultad de Ciencias del Mar, el de la Escuela de Vela y el del Parque Marítimo. También. En Las Palmas de Gran Canaria el temporal destrozó el muelle deportivo y, en el Hierro, el Parador Nacional de Turismo.

(Fuente: Historias de Canarias Juan Carlos Mateu / María Doménech).

 

Las precipitaciones habían sido especialmente intensas en La Palma, donde alcanzaron los 190 litros por metro cuadrado en El Paso (La Palma) y en Tenerife, donde llegaron a caer 185 litros por metro cuadrado en Santa Úrsula, 177 mm en Puerto de La Cruz, y en Izaña, donde la precipitación en forma de nieve se situó en 110 mm, alcanzándose el medio metro de espesor. En Gran Canaria a citar los 140 mm, en 24 horas, recogidos en Firgas. El día 8 de enero, el temporal de mar golpea Santa Cruz de La Palma de manera especialmente violenta. Comercios, aparcamientos y coches destrozados, gran cantidad de viviendas, garajes y locales anegados por el agua, constituyen el balance provisional de un temporal de mar embravecido que, con olas de hasta siete metros de altura, causó daños importantes en la totalidad de la Avenida Marítima de Santa Cruz de La Palma. 200 metros del muelle de Los Mármoles, en Lanzarote, fueron destruidos. El Puerto de la Cruz fue el municipio en el que se produjeron los mayores daños en la isla de Tenerife, al recogerse una media de 177 litros por metro cuadrado en 16 horas de lluvias ininterrumpidas que causaron, además, inundaciones en varios puntos de la ciudad.

Santa Cruz de La Palma
Santa Cruz de La Palma

Canarias es un reguero de daños. No hay municipio que se libre: refugios pesqueros, paseos marítimos, comercios, coches y viviendas. Un paisaje propio de la desolación. La imagen de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria era un poema, con su muelle deportivo muy afectado, las palmeras caídas en Bravo Murillo, el caos circulatorio o las cristaleras rotas. El muelle de Playa de Santiago (La Gomera), se partió en dos y el parador Nacional de El Hierro, queda hecho añicos. El 30 % de la superficie cultivada del Valle de Aridane quedó dañado por el temporal. Se cuantifican más de 2.000 millones de pesetas en pérdidas en la capital palmera. El día 9, La lluvia y el viento que azotaban el archipiélago, comienzan a amainar, dejando tras de sí cuantiosas pérdidas en todas las islas.

 

¿Qué ocurrió?

El temporal se generó por una fuerte depresión en capas altasque se aisló de la circulación general, y que estuvo dando vueltas sobre las islas en forma de borrasca fróa. En superficie mucha  calima, procedente del Sáhara, muy densa y con rachas de viento de componente este, que han superaron los 100 kilómetros por hora impulsda por la misma depresión en su giro ciclónico. La baja es muy profunda, de 1.008 milibares. Hubo un encuentro del aire cálido, con calima, procedente del continente africano, con la depresión. En estos casos, el aire cálido y húmedo que proviene de las capas bajas de la atmósfera sube hacia la cima de la nube. La velocidad es tan grande, que las gotículas no tienen tiempo de alcanzar un tamaño apreciable. Por el contrario, al llegar cerca del suelo, el aire frío se extiende y se encuentra con aire cálido y húmedo que alimenta la nube, formándose un pseudofrente frío que refuerza aún más la corriente ascendente. La consecuencia es una tormenta muy severa que se mueve, llegado el caso, a lo largo de centenares de kilómetros. Es en pocas palabras, la explicación meteorológica de uno de los episodios de viento, calima y lluvias que siguen vivos en la memoria de los canarios.

 

A partir del día 11 de enero, comienza un nuevo episodio de aquel inolvidable enero de 1999. Una nueva borrasca traerá nieve y granizo, con tiempo de norte.

 

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