9.802 A pesar de que cada día tenemos en Canarias dos pleamares y dos bajamares,
a pesar de que cada mes tenemos unas mareas vivas, el fenómeno de las mareas vivas equinocciales asombra en las playas y rincones de la costa de Canarias.
Algunas de las mareas vivas como las «mareas del pino», que son muy conocidas por la población, ya que coinciden con una festividad muy popular en la localidad de #Teror en #GranCanaria el 8 de Septiembre.
Sin embargo, el desconocimiento científico, ignorancia o torpeza divulgativa ha generado que estos fenómenos astronómicos de subidas y bajas de mareas pronunciadas se confundan con el estado del mar: el oleaje.
A día de hoy, muchas personas usan indistintamente los términos marea y oleaje para referirse, de forma poco precisa y acertada, tanto al estado del mar como al nivel del mar por encima del nivel de referencia.
El oleaje es el fenómeno de liberación de energía provocada por ondas sobre la superficie oceánica, que son generadas por vientos, tanto locales como lejanos. Es decir, es un fenómeno meteorológico.
Mientras que, las mareas, son fenómenos regidos por los astros, tanto el sol como la luna, ejercen su influencia mediante la gravedad, arrastrando y deformando un gran volumen de agua de nuestros océanos para elevar o disminuir el nivel del mar cada día.
Una vez al mes, ambos astros trabajan en la misma dirección, coincidiendo con luna llena o nueva para hacer más marcadas estas pleamares y bajamares. Dos veces al año, trabajan también de forma conjunta pero con el sol algo más cerca de nuestro planeta: generando las «mareas vivas equinocciales».
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