EL COVID-19, UNA PEQUEÑA AYUDA EN LA LUCHA CONTRA LA CONTAMINACIÓN Y EL CALENTAMIENTO GLOBAL

Las medidas adoptadas por diferentes gobiernos del mundo, para frenar el avance del virus Covid-19, está provocando un importante parón en nuestra sociedad global y deja entrever un claro beneficiario, el medioambiente. La reducción de la contaminación del aire podría salvar más personas de las que el virus mata.

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Como sabemos, el coronavirus está causando estragos. Los últimos datos (a jueves 19 de marzo) a nivel mundial, sitúan la cifra de contagiados en más de 227.000, y ya son más de 9.300 los fallecidos, además de alrededor de 85.000 personas recuperadas tras infectarse por el Covid-19 https://www.worldometers.info/coronavirus/. Además, continúa golpeando sobre todo al sector de población de edad más avanzada, como ya analicé brevemente en la anterior entrada https://tagorormeteo.es/por-que-el-covid-19-tiene-un-comportamiento-diferente-en-cada-pais-en-cuanto-a-mortalidad-se-refiere/ aunque conforme ha transcurrido el tiempo se han dado casos mortales también en personas más jóvenes o de edad intermedia.

La alta capacidad de transmisión del virus, ha obligado a tomar medidas extremas a los gobiernos de muchos países, imponiéndose cuarentenas y limitando, considerablemente, el movimiento y la circulación de personas.  De esta forma, está impactando directamente contra nuestra forma de vida y, de camino, arrastrando a la humanidad a una grave crisis económica. La actual situación de alarma sanitaria evidencia, de algún modo, la fragilidad de nuestro sistema productivo, obsesionado permanentemente con el crecimiento, y que parece ser más vulnerable de lo que pensábamos, pudiendo convertirse en insostenible, en un futuro no tan lejano.

El COVID-19, es solo uno de tantos virus que existen y que son susceptibles de causar una pandemia, si no son controlados a tiempo. Sin embargo, al estar preocupados por la virulencia inesperada del coronavirus, dejamos de lado otros asuntos que a lo mejor deberían merecer nuestra atención. Porque, ¿sabías que el mundo está a punto de enfrentarse a una “pandemia” mucho peor y peligrosa que la mayoría de los virus que existen? Es la “pandemia” de la contaminación atmosférica global.

Los datos indican que, cuando se detuvieron las fábricas e industrias de Hubei, ciudad epicentro del brote de coronavirus, que surgió a finales de 2019, sus habitantes, recluidos en sus hogares por la cuarentena, empezaron a ver después de mucho tiempo los cielos azules.

Covid-19 Polución Wuhan

Un informe del Ministerio de Ecología y Medio Ambiente de China, detallaba que el número promedio de “días de aire de buena calidad” aumentó en un 21.5% el pasado mes de febrero, durante la férrea cuarentena en ese país. Y esto no solo en Hubei, sino en toda China, y ya se está empezando a notar en el resto del mundo. Así lo muestran estas imágenes satelitales publicadas por la NASA y la Agencia Espacial Europea.

covid-19 China NO2Desde el 3 de febrero al 1 de marzo, las emisiones de CO2 descendieron, al menos un 25%, debido a las medidas de contención frente al coronavirus, según el centro de investigación energética y de aire limpio (CREA). Dicha organización apunta que, a pesar de ser por un corto periodo de tiempo, esta reducción de gases de efecto invernadero en China tienen gran importancia en la medida que se trata del país más contaminante del mundo, que contribuye al 30% de las emisiones anuales de CO2 del planeta. https://edition.cnn.com/2020/03/16/asia/china-pollution-coronavirus-hnk-intl/index.html

Más de un millón de personas mueren anualmente en China a causa de la contaminación, y se estima que en Estados Unidos la cifra, en número de habitantes es de unos 100.000. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cifra global asciende a unos 4,2 millones de muertes cada año, debido a la exposición a la contaminación atmosférica. Las consecuencias a nivel general se traducen en una menor esperanza de vida, reduciéndola de media en tres años https://www.who.int/health-topics/air-pollution#tab=tab_1

Hace unas semanas, los estudios e imágenes de satélite, mostraban que la crisis del coronavirus había reducido un 25% las emisiones de CO2 de China y, en estos días, las imágenes de satélite difundas por la Agencia Espacial Europea, muestran una disminución significativa en Italia, de la concentración de contaminantes como el dióxido de nitrógeno (un compuesto tóxico que afecta muy negativamente a la calidad del aire, además de ser un gas de efecto invernadero) desde mediados de Enero a principios de Marzo.  https://www.youtube.com/watch?v=ARpxtAKsORw&feature=emb_logo

covid-19 contaminación ItaliaFrançois Gemenne, director del Observatorio Hugo, que estudia las interacciones entre los cambios ambientales, la migración humana y la política, dijo que “al final de todo esto, en términos de número de muertes, el balance que dejará el coronavirus será positivo” citando que, por ejemplo, anualmente en Francia mueren 48.000 personas debido a la contaminación atmosférica.

Dicho científico se sorprende en cómo la población mundial está reaccionando a una amenaza con baja letalidad del covid-19, y lo poco que reacciona ante otra que es mucho más letal: “sorprende que las medidas para afrontar el coronavirus sean mucho más severas que las medidas que deberíamos de tomar para afrontar el cambio climático o la contaminación del aire” https://www.forbes.com/sites/jeffmcmahon/2020/03/11/coronavirus-lockdown-may-save-more-lives-from-pollution-and-climate-than-from-virus/#9dca99f5764d

El profesor Marshall Burke, científico de la Universidad de Stanford, estima que dos meses de reducción de la contaminación “probablemente hayan salvado unas 77.000 vidas en China” http://www.g-feed.com/2020/03/covid-19-reduces-economic-activity.html

El físico Jos Lelieveld, afirma que “La contaminación supera a la malaria como causa prematura de muerte a nivel global; también a las muertes producidas por la violencia, el VIH, el alcohol o el consumo de drogas”. https://www.escardio.org/The-ESC/Press-Office/Press-releases/The-world-faces-an-air-pollution-pandemic

En cuanto a los datos en nuestro país, la polución en Barcelona y Madrid se ha reducido un 50%, en concentraciones de dióxido de nitrógeno (NO2) los tres primeros días de confinamiento de la población (de sábado a lunes), según datos de la Generalitat y Ecologistas en Acción respectivamente. En Madrid, desde el pasado sábado los valores de NO2 han caído por debajo de los valores registrados (esos mismos días) en los últimos 10 años. Lástima que ese beneficio no pueda ser percibido por los ciudadanos, obligados a la reclusión en casa la mayor parte del tiempo. https://www.lavanguardia.com/natural/20200318/474235513996/polucion-bsc-merce-rius-juan-barcenas.html

Además de la reducción del tráfico en las ciudades, la drástica disminución en el número de vuelos de las aerolíneas, impulsada por las cuarentenas y las restricciones de viajes en Europa y Estados Unidos, han contribuido notablemente a la reducción de emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero, que persisten a grandes alturas. Según cifras de 2013, publicadas en la revista Nature Climate Change, en el año 2018 el turismo ya constituía el 8% de las emisiones de carbono a nivel global, porcentaje que se estima ampliamente superado en la actualidad. https://www.nature.com/articles/s41558-018-0141-x

Pero no todo lo relacionado al COVID-19 está siendo positivo para el medioambiente. Existen otros elementos negativos en contra del planeta y que vemos que han aumentado por estos días de cuarentena, como  son los residuos hospitalarios, que se están incrementando en todas partes del mundo, dada la necesidad de usar una sola vez y durante pocas horas los trajes y demás utensilios de protección del personal médico, así como todo el avituallamiento de los pacientes ingresados o medicamentos. A esto, se le suma el mal uso del agua en los hogares al realizar las medidas de higiene extra requeridas para el control de la propagación del virus, así como el aumento del consumo irresponsable de alimentos en supermercados, podría contrarrestar, en parte, esta reducción de la contaminación del aire.

Por lo tanto, se podría decir que las medidas de confinamiento de la población, debido al impacto del coronavirus, y la consecuente reducción de la actividad económica, está salvando millones de vidas y no solo reduciendo los contagios a causa del virus Covid-19, sino aún más importante, está facilitando la reducción de contaminantes atmosféricos en la lucha contra el cambio climático. Esta mejora temporal de la calidad del aire podría ser un espejismo, un “éxito” flor de un día, puesto que, si no se llevan a cabo transformaciones profundas, cuando este episodio se supere, el problema de fondo continuaría. En dos o tres meses la contaminación puede bajar, pero esto puede resultar anecdótico si después, cuando termine la crisis, se duplica la producción y el consumo.

En la recesión global de 2008 se apreció “una reducción mundial del 1% de las emisiones de dióxido de carbono”. Pero se recuperaron al siguiente año y “el crecimiento durante los dos años que siguieron a la crisis fue excepcionalmente alto, debido a los estímulos económicos que se aprobaron para hacer crecer la producción y la demanda” resume Pep Canandell, director ejecutivo del Global Carbon Proyect, un grupo de expertos climáticos internacionales https://www.ambientum.com/ambientum/contaminacion/dudoso-impacto-coronavirus-frente-a-la-crisis-climatica.asp

Sea cual sea el impacto final de esta crisis sanitaria, algo positivo está dejando claro: reducir la huella de carbono es posible, transformar nuestro modo de vida y su impacto medioambiental no solo es realizable, sino que puede conseguirse en poco tiempo gracias a la acción global.

El pánico ante el coronavirus y la respuesta colectiva ante esta pandemia podrían servir para ilustrar lo que se puede conseguir entre todos si se hace conciencia de que el cambio climático es una realidad que mata a más personas cada año que este nuevo virus.

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