LA BORRASCA EMMA LLEGA ESTE MARTES NOCHE 27 DE FEBRERO A LAS ISLAS CANARIAS
Vayamos directos al grano, nuestra intención en este texto no es analizar en profundidad, ni mucho menos, cómo afectará esta borrasca a nuestro archipiélago, sino explicar quién y por qué se le ha puesto nombre, y si eso conlleva a que puede desarrollar fenómenos meteorológicos adversos de mayor intensidad con respecto un sistema borrascoso sin nombre. Y por supuesto, hacer mención a la atención y repercusión mediática social que puede conllevar el poner un nombre a algunas borrascas.
Imagen 1. Mapa de análisis de superficie con frentes de la AEmet a las 00:00 hoy martes.
¿QUIÉN LES PONE NOMBRE Y POR QUÉ?
En Europa, desde el 1 de diciembre del año 2017 la Agencia Estatal de Meteorología, en coordinación con otros Servicios Meteorológicos del sur de Europa como MétéoFrance y el Instituto Português do Mar e da Atmosfera (IPMA), han comenzado a nombrar las borrascas profundas que circulen en latitudes medias (30-60º Norte) que puedan afectar a España, Francia y Portugal.
Una borrasca o depresión es un tipo de sistema ciclónico de bajas presiones, en el que el viento gira en sentido contrario a las agujas del reloj (antihorario) en el Hemisferio Norte. Asociados a estas borrascas se suelen producir vientos muy fuertes, que serán más intensos cuanto menor sea el mínimo de presión en el centro de la depresión, o lo que es lo mismo, mientras más profunda sea.
Según explica la Aemet en su web: «serán nombradas aquellas que se profundicen de tal manera que puedan producir un gran impacto en bienes y personas, no siendo necesario que experimenten un proceso de ciclogénesis explosiva, que como mismo indica su palabra significa génesis o nacimiento del ciclón de forma rápida, que indica una caída de la presión atmosférica en su seno igual o superior a 18-20 hectoPascales en 24 horas.
Más concretamente, serán nombradas las borrascas profundas en las que se emitan avisos de viento de nivel naranja (riesgo importante) o rojo (riesgo extremo) en alguno de los 3 países mencionados anteriormente. En el caso de España, tal y como están establecidos los umbrales y niveles de aviso con el Plan Meteoalerta, se trataría de rachas máximas superiores a 90, 100 y 110 km/h dependiendo de las distintas zonas.
El hecho de nombrar a las borrascas profundas favorece que la comunicación sea más efectiva ante un episodio adverso de viento, que también suele llevar asociados fenómenos costeros adversos y en ocasiones también problemas relacionados con la lluvia y la nieve. Este sistema de dar nombre a las borrascas profundas ya se ha implementado con éxito durante dos temporadas (2015-16 y 2016-17) en Reino Unido e Irlanda. Las encuestas en estos dos países han demostrado que la población está más atenta a las recomendaciones de seguridad cuando la amenaza de viento fuerte está claramente identificada y asociada al nombre de la borrasca.
Como“anécdota”, el servicio meteorológico que prevea emitir el primer aviso de nivel naranja o rojo será el que le dé nombre a la borrasca, siguiendo una lista preestablecida de nombres e informando a los otros dos servicios meteorológicos nacionales. Este año la lista consta de los siguientes nombres: Ana-Bruno-Carmen-David-Emma-Feliz-Gisele-Hugo-Irene-Jose-Katia-Leo-Marina-Nuno-Olivia-Pierre-Rosa-Samuel-Telma-Vasco-Wiam. Siendo Emma el quinto sistema nombrado esta temporada.
¿ESTO ENTRA EN CONFLICTO CON LAS NOMBRADAS POR OTROS SERVICIOS NACIONALES COMO EL AMERICANO U OTROS PAÍSES EUROPEOS?
En el caso de que las borrascas que afecten a alguno de estos tres países del sur de Europa, sea una borrasca post-tropical o extra-tropical y que haya sido ya nombrada por el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Miami, se debería usar el nombre ya dado por esta, añadiéndole el prefijo“ex-«. Lo mismo ocurrirá cuando se pronostique una borrasca profunda que afecte primero a Irlanda o Reino Unido, ya que el nombre será el elegido de forma coordinada por los servicios meteorológicos nacionales de esos países, y será respetado por los servicios español, portugués y francés. Igualmente, no se tendrán en cuenta las nombradas por la Universidad de Berlín, Alemania, ya que esta pone nombre a todas las borrascas, mientras que, como hemos explicado, los Servicios Meteorológicos Nacionales del sur de Europa pretenden dar nombre solo a las borrascas profundas que potencialmente puedan producir importantes impactos en bienes y personas.
Por el momento, la Aemet y los otros dos servicios meteorológicos nacionales, solo nombrarán borrascas atlánticas y no las mediterráneas. Además, los avisos de color asociados a vientos locales o regionales (alisios, cierzo, tramontana, etc.) no serán tenidos en cuenta para nombrar las borrascas más profundas.
¿IMPLICA ESTO QUE LA BORRASCA EMMA PUEDE POTENCIALMENTE PRODUCIR IMPORTANTES DAÑOS EN BIENES Y PERSONAS EN CANARIAS?
En este caso, la borrasca Emma no afectará de igual forma a todo el territorio nacional español. Es decir, en muchas ocasiones, en los días previos a la llegada de estos sistemas, los podemos ver en el Atlántico como estructuras maduras, bien desarrolladas y organizadas, tal y como es el caso de Emma, que ha alcanzado presiones mínimas inferiores a los 972 hectoPascales, y es un sistema que por su tamaño abarcaría a día de hoy martes prácticamente toda Europa Occidental.
Pero la clave está en que estos sistemas no tocan tierra con la misma fuerza con la que se desenvuelven en mitad del océano, sobre todo en el caso de Canarias, en donde en no pocas ocasiones el sistema se ve debilitado muy rápidamente al encontrarse sobre temperaturas superficiales del océano inferiores o no tan cálidas en las islas como las que puede disfrutar frente a la costa este estadounidense habitualmente. En otras ocasiones se encuentra con bloqueos anticiclónicos sobre el norte africano que le impiden avanzar, encuentran cizalladura en altura, o cuando absorben aire continental desde el desierto sahariano, aire habitualmente más pobre en niveles de humedad. En conclusión, por muy fuertes que veamos estos sistemas antes de llegar, en el océano, luego cuando comienzan a interactuar con masas de tierra o masas oceánicas no tan propicias para su desarrollo, estos sistemas evolucionan, cambian y en ocasiones, pierden intensidad o se organizan de forma distinta, como ya ocurrió con la borrasca del pasado viernes 23 en Canarias (imagen 2), que nació como borrasca polar, con una estructura asimétrica y un frente frío desarrollado y visible, pero que evolucionó adquiriendo características tropicales, estructura simétrica y convección moderada cerca de su seno antes de llegar a las islas, aunque reduciendo drásticamente su rango de acción.
Imagen 2. Evolución de la borrasca desde el 19 al 23 de Febrero de 2018.
Además, es determinante observar la evolución de la trayectoria prevista de la borrasca y su posición final antes de introducirse en el continente. En el caso de Emma, y para suerte en Canarias, a pesar de haber sostenido vientos muy fuertes alrededor de su seno, de más de 120 km/h, la borrasca quedará un tanto alejada de las islas, y por poco también, la zona de vientos más intensos del sistema, siendo en general el suroeste peninsular donde ocurran fenómenos adversos más intensos relacionados con este fenómeno (ver imagen 3).
Imagen 3. Mapa de viento previsto en superficie para las 01:00 horas del 1 de Marzo de 2018.
Pero esto no indica que en las islas los efectos sean“moco de pavo» ya que, como sabemos, el abrupto relieve que las constituye y los pequeños encauzamientos como los múltiples barrancos, contribuye enormemente a intensificar los flujos de viento de forma muy local. Por lo tanto, aunque el paso del centro de la borrasca no sea el más cercano a las islas, ya que el centro de la borrasca circulará en latitudes comprendidas entre los 35 y 40º norte (recuerden que Canarias se sitúa 28º norte aproximadamente), podemos esperar no pocas incidencias en zonas urbanas con estructuras débiles, ramas, árboles, mobiliario urbano, así como percances en zonas portuarias, así como en puntos negros habituales de carreteras y túneles, así como problemas en redes viarias de zonas altas o cumbres por desprendimientos de piedras, entre otras.
Según la AEmet, están previstas rachas de viento del suroeste muy fuertes, que podrían alcanzar los 85 km/h (aviso naranja, riesgo importante), afectando principalmente a medianías y zonas altas, aunque hoy martes ya se ha superado esa cifra tanto en zonas de cumbre (116 km/h en Izaña), como en zonas a nivel del mar (96 km/h en aeropuerto de La Palma), ambos casos son estaciones de la principal de la AEmet, pero es que si consultamos datos de otras fuentes, de estaciones meteorológicas de la red de Cabildos por ejemplo, y a falta de revisión oficial, vemos que se han alcanzado rachas máximas hoy de 135 km/h en Santa Cruz de La Palma. Si comparamos con las rachas máximas que dejó el episodio de domingo en Canarias vemos que en zonas altas, la cifra más alta fue de 109 km/h, 108 km/h, y 107 km/h registrados en Puntagorda , La Palma (a 684 metros sobre nivel del mar), Agüímes (a 306 msnm) , y Tejeda (a 1060 msnm), Gran Canaria, respectivamente. Esto da una idea de que es Emma, esta tercera de esta serie de borrascas atlánticas que han azotado en 6 días el archipiélago, la más fuerte o la que está dejando al menos rachas más fuertes, a la espera de que llegue el plato fuerte mañana miércoles.
Aunque es muy importante tener en cuenta que el viento luego irá girando a oeste esta madrugada de martes a miércoles, para terminar soplando, en general, de componente oeste en la noche del miércoles y durante el jueves, por lo que las zonas donde más sople el viento no serán las mismas siempre e irán variando en función de la dirección con la que sople del viento, pero en general será esa segunda mitad del miércoles cuando más intensidad adquiera el viento.
Veremos qué cifras se alcanzan durante la jornada de mañana miércoles en el resto de islas, sobre todo en la segunda mitad del día. Además, tenemos mal estado del mar, con mar combinada de noroeste y olas que podrían superar los 6 metros de altura en la noche del miércoles en costas orientadas al norte y oeste de La Palma y El Hierro, pudiendo superar los 5 metros en las fachadas norte y oeste del resto de las islas de la provincia de Santa Cruz de Tenerife y en costas orientadas al oeste de las islas de Fuerteventura y Lanzarote. También existe la probabilidad (40-70%) de precipitaciones acumuladas en una hora de 25mm y en doce horas de 60mm (aviso amarillo, riesgo) en todas las islas excepto Lanzarote y Fuerteventura.
Imagen 4. Mapa de avisos vigentes de AEmet a las 15:00h. del martes 27 para el día miércoles 28 en Canarias
Ello ha motivado una alerta por vientos en Tenerife, La Gomera, El Hierro, La Palma y Gran Canaria a partir de las 3 de la tarde del martes, así como la suspensión de las actividades lectivas en las islas mencionadas.
En resumen, podrían ser unas jornadas, las de martes y sobre todo la del miércoles, muy similares a las vividas el pasado domingo día 25, pero con vientos más intensos en zonas bajas y que podrían afectar el miércoles a zonas capitalinas de La Palma y Tenerife en mayor medida que los días anteriores. Los fuertes vientos irán acompañados de buenos acumulados en vertientes orientadas al oeste y sur de las islas de mayor relieve, donde es probable que el carácter de la lluvia sea intensa, con picos torrenciales durante la madrugada del martes al miércoles sobre todo.
Estaremos también pendientes el miércoles de los telediarios a nivel peninsular donde seguro que veremos muchas imágenes con incidencias serias allí debido al mal tiempo. Pese a que está más que justificado ponerle nombre a la borrasca por su intensidad y por potencialidad de ocasionar daños importantes en bienes y personas a nivel nacional, Canarias parece que en cierta medida, se va a librar de la «peor parte», a pesar de que esos daños no serán pocos, aunque tampoco serán los que ocasionó el tan recordado Delta, ni mucho menos.