Descifrando los términos de probabilidad y espacio que utiliza AEMET en sus predicciones

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Muchas veces, hasta para los aficionados más longevos, es un tanto complicado interpretar y saber en qué términos de probabilidad está hablando la AEMET en cada ocasión.

 

Debemos tener en cuenta y comprender el concepto de probabilidad en predicciones meteorológicas, ya que cualquier predicción nunca habla o ha de ser tomadas como certeza de ocurrencia de un fenómeno, sino más bien como un rango de posibilidades de que ocurra ese fenómeno, a veces alta, y a veces no tanto.

De forma que, en términos de probabilidad, en meteorología se usan los siguientes intervalos y estas son sus definiciones:

  • Baja probabilidad: entre un 10 y un 40% de ocurrencia
  • Probable: entre el 40 y el 70% de ocurrencia
  • No se utilizan términos de probabilidad cuando ésta sea mayor del 70%.

Términos de distribución espacial, se califican de acuerdo con el porcentaje del territorio al que va a afectar el fenómeno, empleando:

  • «aisladas o dispersas»: cuando dicho % sea inferior al 30%
  • (sin adjetivar): cuando el % de territorio sea entre el 30 y el 60%.
  • «generalizadas»: cuando el % del territorio sea mayor del 60%.

Tipos de precipitación

“débiles”: cuando su intensidad es menor o igual que 2mm/h.

“(sin adjetivo)”: lluvia, a secas, cuando su intensidad es mayor que 2mm/h y menor o igual que 15mm/h.

“Fuertes”: aquellas cuya intensidad es mayor que 15mm/h y menor o igual que 30mm/h.

«Muy fuertes”: si su intensidad es mayor que 30mm/h y menor o igual que 60mm/h.

“Torrenciales”: para intensidades mayores de 60mm/h.

“Lluvia engelante”: este término se referirá a la lluvia formada por gotas de agua subfundida que se congela al impactar sobre un objeto.

“Chubasco”: precipitación, frecuentemente fuerte y de corta vida, repentina al comenzar y al finalizar, con grandes y rápidos cambios de intensidad. Las gotas o partículas sólidas en los chubascos son usualmente mayores que en los elementos correspondientes en otros tipos de precipitación. Aguacero sería sinónimo.

Cuando se usa el término lluvia puede ir acompañado de los adjetivos:

“(sin adjetivo): chubascos, a secas, cuando su intensidad es menor o igual que 15mm/h

“fuertes”: aquellos cuya intensidad es mayor que 15mm/h y menor que 30mm/h.

“muy fuertes”: si su intensidad es mayor que 30mm/h y menor o igual que 60mm/h.

“torrenciales”: para intensidades mayores de 60mm/h.

“Nieve”: precipitación de cristales de hielo aislados o aglomerados. La cota de nieve se refiere al nivel altitudinal a partir del cual (por encima) cae nieve, independientemente de si cuaja o no en el suelo a esa altitud.

“Granizo”: precipitación de pequeños glóbulos o trozos de hielo (pedrisco) con diámetros entre 5 y 50mm, y que caen separados o agrupados irregularmente.

Términos de evolución temporal:

  • Ocasionales: para una duración inferior al 30% del periodo de predicción.
  • Persistentes o continuas: si la duración es de más del 60% del tiempo que abarca la predicción.
  • Intermitentes: si se producen de forma continuamente con interrupciones, de cortos intervalos de tiempo. Como máximo, la duración total del fenómeno será de aproximadamente el 50%

Por lo tanto, la predicción de precipitaciones podrá constar de un término que defina la clase de precipitación, otro que defina la intensidad de la misma y de otros dos que especifiquen la distribución espacial y temporal de estas, por ejemplo, “lluvias fuertes en el norte de las islas de mayor relieve a mediodía”.

En cuanto a las tormentas, podemos hablar de una o varias descargas bruscas de electricidad atmosférica, que se manifiestan por su brevedad e intensidad (relámpago) y por el ruido/rugido seco/sordo (trueno). La adjetivación de tormentas depende de su intensidad, empleándose los términos:

Además, estas pueden tener añadido otro término, especificando la evolución temporal de las tormentas:

Para hablar de temperaturas, es importante saber que el término “helada” se refiere al fenómeno que se produce cuando la temperatura del aire es igual o inferior a 0ºC, independientemente si va acompañada de precipitación. Además, se establecen diferencias entre temperaturas máximas, las que generalmente se alcanzan a mitad del día, y las temperaturas mínimas, aquellas que por norma general se dan en la hora previa al amanecer. Los cambios en las mismas se expresan en términos de “pocos/ligeros cambios” (variaciones de +-2ºC), “aumento/descenso” (se refiere a variaciones entre 3 y 5ºC), “aumento/descenso notable” (variaciones entre 6 y 10ºC), y “aumento/descenso extraordinario” (variaciones superiores a +-10ºC).

 

Se debe entender que el viento es el movimiento del aire con relación a la superficie terrestre. Puede tener distintas velocidades, velocidades medias durante 10 minutos:

Las rachas de viento, sólo se citarán explícitamente cuando superen los 70km/h y se adjetivan con “muy fuertes” o “huracanadas”.

 

Finalmente, el viento variable es aquel cuya dirección oscila, con frecuencia, en más de una de las cuatro direcciones cardinales, sin confundirlo con viento que gira, progresivamente de una dirección predominante a otra durante el periodo considerado (días), por ejemplo, que empiece de norte pero gira a este al final del día, ya que el viento variable puede empezar de norte, luego variar a sur, luego a este y de nuevo a norte. Para variaciones en cortos periodos de tiempo se emplea el término “ocasionalmente” cuando la duración del aumento o disminución de la velocidad del viento vaya a ser de alrededor del 10% del tiempo total de la predicción.

 

Fuente: Manual de uso de términos meteorológicos de AEMET (2015):  http://www.aemet.es/documentos/es/eltiempo/prediccion/comun/Manual_de_uso_de_terminos_met_2015.pdf

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